CLÁSICOS – Renault Alpine

El legado de Alpine (1962)
Nace una estrella, cuando Jean Redele dio a conocer el Alpine A110 en el Salón del Automóvil de París 1962, marcó el inicio de una aventura alpina para el motor del Renault 8. Desarrollado sobre el Alpine A108, pero más elegante y dinámico, con una cubierta del motor aún más baja, un área más grande de cristal y las luces traseras del Renault 8. El nuevo motor exigía cambios en las tomas de aire: con el radiador montado en las salidas traseras de enfriamiento.
Fue diseñado para ganar rallyes, por lo que no es de extrañar que cuente con cierto pedigrí. Las cualidades de ligero peso y el manejo del Alpine A110 se ajustaba perfectamente al los deportes de motor. Además de ser divertido de conducir, eran los favoritos de los aficionados. Es casi imposible enumerar todos los deportes de motor donde triunfo el deportivo. Con un rugiente motor con el que pasaba de los de 200 km/h y un manejo increíble en todas las superficies (asfalto, tierra, nieve), fue capaz de marcar y generaciones de muchos conductores. Y sus muchas victorias traerían el título de Campeón del Mundo de Rallyes en 1973 al deportivo Renault Alpine.
La silueta sobria y equilibrada mantuvo sus líneas puras durante años. Un coche para los amantes de conducir, porque un deportivo es una experiencia que cambia la vida.
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